martes, 13 de octubre de 2009

MARIHUANA... a propósito del GLU

A propósito de la revisión que estamos haciendo sobre neurotransmisores, en general, y el Glutamato (GLU), en particular, vale la pena comentar el artículo "Marihuana daña a unos, ayuda a otros" de la revista Scientific American (Sept, 2009) "Marijuana Hurts Some, Helps Others." En el artículo, se cuestiona la idea popularizada sobre la Marihuana como una droga liviana. Analiza cómo la hoja de marihuana tiene compuestos químicos que imitan (agonistas) a los "endocanabinoides", los cuales son químicos que naturalmente existen en nuestro cuerpo. Estas sustancias regulan algunas funciones cerebrales importantes, especialmente están involucrados en aquellas redes neuronales que participan en la percepción (corteza posterior) y pensamiento (funcionamiento ejecutivo: regiones frontales). La neurofarmacóloga irlandesa, Campbell, encontraron que los efectos de la marihuana son diferenciales en el cerebro, en función de la edad de un grupo de ratas. Las ratas recién nacidas y adolescentes que se expusieron a THC, químico encontrado en la marihuana, tuvieron una muerte celular pronunciada. En comparación, las ratas adultas no sufrieron de tal estrés neuronal. En la aplicación de estos hallazgos a la especie humana, Campbell indica que fumar marihuana durante el período de desarrollo del cerebro (de 0 a 19 años) , puede obstaculizar el desarrollo y supervivencia de neuronas nuevas e, incluso, alterar la comunicación normal de los circuitos que facilitan el aprendizaje y memoria. Es más, existe evidencia que mujeres que fuman marihuana durante el embarazo provocan deterioro cognitivo (intelectual) en sus hijos por la presencia del THC. Igualmente, los adolescentes que tienen un consumo abusivo de marihuana demuestran un daño nervioso importante en su funcionamiento cortical. SIN EMBARGO, en los cerebros adultos la marihuana posiblemente tenga un efecto positivo o protector, a causa de los cambios bioquímicos que sufre una célula ya madura y estable. Los endocanabi­noides, al parecer, en la adultez ayudan a la supervivencia de las neuronas más antiguas. Incluso, se ha encontrado que en la enfermedad de Alzheimer, el THC protege a la célula nerviosa de la muerte de diferentes formas. Una es que el THC eleva los bajos niveles de Acetilcolina (ACh). Además, THC elimina el efecto tóxico de las proteínas beta-amiloideas responsables de provocar muerte celular desde el exoplasma. Estimula la secreción del Factor Neurotrópico Derivado del Cerebro (Factor de crecimiento nervioso). Y finalmente, reduce los niveles de GLU, principal NT excitatorio del SNC, el cual mata células por sobreexcitación. Las investigaciones no son definitivas, por lo que hay que tener en cuenta que otros compuestos químicos perjudiciales de la marihuana pueden afectar otros procesos fisiológicos y acelerar la muerte celular, en general.

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